La justicia juvenil va en aumento, lo que supone un serio problema para nuestra sociedad, condicionado por un uso inadecuado de las nuevas tecnologías que se aprovechan para la comisión de delitos como el ciberbullying o las agresiones sexuales.
Actualmente y a diferencia de otros países de nuestro entorno, en nuestra legislación penal en España se establece que un menor de edad solo podrá ser imputable una vez haya cumplido los catorce años, lo cual impide que diariamente queden impunes multitud de conductas.